Subjuntivo · Nota de Lectura

Subjuntivo es un cuento escrito por Juan Sastuarain que tiene la particularidad de estar relatado en tiempo subjuntivo -tal como su nombre lo indica- y en segunda persona. 

El hecho de que el cuento esté narrado en segunda persona lleva a que el lector sea o se sienta protagonista del mismo, es decir, nos hace sentir que somos los protagonistas del relato. Además el relato está plagado de afirmaciones inciertas e hipotéticas que nos llevan por diferentes caminos y suposiciones a lo largo de la lectura, haciéndonos sentir que las sensaciones y los pensamientos y del personaje, son también nuestros.

La historia se centra en un personaje cuya memoria está dañada y no puede recordar nada sobre sí mismo. A medida que avanza el relato el autor va describiéndonos las sensaciones del personaje, por más que no pueda recordar, hay cosas que le son de alguna manera familiares, como si estuviesen alojadas en otro lugar más allá de la memoria, en el cuerpo mismo. En el fondo el personaje siente que esto que le sucede en ese momento "por primera vez" es algo tal vez cotidiano, de todos los días y en vez de desesperarse, se deja llevar por lo que ve y sucede a su alrededor.

Al principio el cuento me hizo pensar en el alzheimer. Cuando nos cuenta que este personaje se despierta en un cama que no conoce, en un cuarto impecable, con personas que no recuerda y que lo atienden y una ventana en donde ve una ciudad que no conoce pero disfruta, me hizo pensar en las personas que tienen alzheimer y que, por más que se despierten en un geriátrico o en su propia casa, hay algo que muchas veces los lleva a tomar eso con naturalidad, con cierta calma. Es como si memoria de algunas cosas estuvieran alojadas en sus cuerpos y eso les genera cierta familiaridad y tranquilidad. Me hizo acordar a mi abuela, cuando era chica y la veía observando el jardín, sentada abajo de un paraíso, simplemente contemplando. No tenía idea de donde estaba ni de quiénes éramos pero, yo creo, había algo que misteriosamente le hacía sentir que ese era su lugar. La hacía sentir segura.

Esa fue mi primer hipótesis, que se nos relataba la historia de un personaje viejo que ya no podía recordar ciertas cosas, que vivía en un geriátrico o tal vez en su propia casa. 

Pero, a medida que avanza el relato y aparece la figura de una mujer en la cama, ya no me hizo pensar en mi primer hipótesis. Pensé que tal vez este personaje, era una persona más joven, que habría sufrido algún tipo de accidente que le había ocasionado la pérdida de la memoria.

Luego, el personaje es llevado al encuentro con Subjuntivo y este le encarga investigar la identidad de dos hombres que aparecen en una foto, sin ningún otro dato o información. El personaje en vez de decir que no recuerda nada o no sabe porque está ahí, le sigue el juego a Subjuntivo. No cuestiona su tarea, esto también me llevó a pensar en la memoria del cuerpo y en el papel de las emociones. Lo más probable pensé, es que el personaje esté metido en alguna situación complicada o extraña y por más que no recuerde qué es lo que lo llevó a esa situación, hay algo que lo hace quedarse ahí, tal vez tenga una intuición motivada por el miedo y esto hace que se entregue dócilmente a la tarea encomendada por subjuntivo.

Esta "escena" del cuento me remitió indudablemente a la película Memento, donde el protagonista sufre en accidente y a partir de entonces no puede retener información por más de cinco minutos. Al igual que en este cuento, en la película el personaje debe reconstruir las pistas de un crimen para dar con el asesino y lo va haciendo a partir de anotaciones y tatuajes que va haciendo en su propio cuerpo para no olvidar lo que va descubriendo.

En el segundo encuentro con subjuntivo se nos revela la identidad del personaje y entendemos porqué está donde está y lo que le ha sucedido. Los hombres que aparecían en la foto, eran dos hombres de Subjuntivo a quienes el personaje principal había matado. La verdad le es revelada al personaje en una carta que le da Subjuntivo para que, luego de leerla, por más que no pueda recordar nada, entienda por qué está ahí y por qué es que va a morir. La verdad le es revelada para que salga de su ignorancia, para que el personaje no se otorgue ninguna razón mentirosa sobre el verdadero motivo de su muerte, para no sólo el miedo, si no la culpa se apodere de él.

Es en el clímax donde se devela el misterio del crimen pero también se nos habilita la verdadera identidad del personaje y es aquí donde también aparece la historia secreta: el relato que estamos leyendo es la misma carta que Subjuntivo le entrega al personaje. Es decir que Subjuntivo es quien personifica al narrador y quién a su vez, construye la identidad del personaje y nos la va revelando de a poco. Una vez que el personaje lee la carta, se conectan ambas historias que confluyen en un mismo desenlace: la inevitable muerte del protagonista.